CIENCIA TECNOLOGIA SOCIEDAD Y VALORES
Profesor Julio Ibarra Moedano
Métodos de estudio
Método. Procedimiento que se sigue en las ciencias para
hallar la verdad y enseñarla. Metodología.
Ciencia del método. Conjunto de métodos que se siguen en una investigación
científica o en una exposición doctrinal.
Ciencia. Conjunto de conocimientos obtenidos mediante la
observación y el razonamiento, sistemáticamente estructurados y de los que se
deducen principios y leyes generales.
Ander Egg (1993) plantea una definición más completa
de ciencia, como un conjunto de conocimientos racionales, ciertos o probables,
que obtenidos de manera metódica y verificados en su contrastación con la
realidad, se sistematizan orgánicamente haciendo referencia a objetos de una
misma naturaleza y cuyos conocimientos son susceptibles de ser transmitidos. Esa manera metódica de obtener conocimientos es el
«método científico». Los métodos constituyen una serie de pasos que el
investigador sigue en el proceso de producir conocimiento. Se trata de una
serie de operaciones, reglas y procedimientos fijados de antemano de manera
voluntaria y reflexiva para alcanzar un determinado fin, que puede ser material
o conceptual. El «método científico» es un modo de formular cuestiones y
resolver problemas sobre la realidad del mundo y la realidad humana, basándose
en la observación y en teorías ya existentes, anticipando soluciones a esos
problemas y contrastándolos con la misma realidad mediante la observación de
los hechos, las clasificaciones y su análisis. Se caracteriza por ser teórico,
hipotético, empírico, inductivo y deductivo. A su vez es crítico, acumulativo y
analítico, y se atiene a reglas metodológicas formales:








«Etapas o momentos» de toda investigación empírica Las
observaciones anteriores permiten introducir la idea de que la investigación
empírica implica ciertas etapas o momentos que cumplen funciones diferentes. A
grandes rasgos, estos momentos son los de la ruptura, la estructuración y la
comprobación. Ruptura: romper con prejuicios y la ilusión del saber inmediato.
Pasar del problema social al problema propio de la disciplina.
¡Más allá de la controversia en torno a si existe o no
un método científico para las ciencias sociales, nuestra opción es la de
constatar su realidad como única vía para alcanzar conocimientos rigurosos a
través de procedimientos ordenados entre los que se incluyen la definición de
un problema, la fijación de objetivos, la selección de un objeto de estudio, la
formulación de hipótesis, la decisión en cuanto al mejor método para
solucionarlo y, finalmente, la propuesta de explicaciones sobre el fenómeno
observado. Esta secuencia de operaciones lógicas no está exenta de dificultades
a la hora de aplicarlo al estudio de la realidad humana en su sentido amplio,
en cuanto a que el elevado número de variables que se relacionan e influyen
mutuamente pueden complicar el cumplimiento de las etapas necesarias para
alcanzar un conocimiento que podría considerarse “científico”. Sin embargo,
cuando emprendemos una investigación es obligado adoptar un método, sea cual
sea éste, aunque sólo lo hagamos porque se trate de un principio normativo o
regulador que nos conduce a la obtención de un nuevo saber objetivo, fiable y
contrastable. Cuando queremos validar el conocimiento que producimos en un
trabajo científico debemos preguntarnos cómo se ha conseguido, pregunta que
equivaldría a pedir que se enunciaran las operaciones racionales o empíricas
mediante las cuales dicho conocimiento podría ser verificable, es decir, que
permitiera a la comunidad científica analizar el proceso y disponer, así, de
elementos que confirmaran o rechazaran las conclusiones de una determinada
investigación. Si este proceso de explicación y contrastación se convirtiera en
habitual, posiblemente desaparecería la idea de que las ciencias sociales no
pueden dar explicaciones sólidas ni establecer predicciones a los
acontecimientos humanos1 . Posiblemente la distancia entre las llamadas hard
sciences y las soft sciences se estrecharía.
Una segunda época vendría a partir de la utilización
de herramientas estadísticas, el desarrollo de conceptos nuevos para la
recolección de datos y la aplicación de la informática. Este avance
metodológico en el procedimiento analítico contribuyó a expandir su rango de
acción en áreas como la sociología, la educación y la psicología. El Análisis
de Contenido (AC), como hemos mencionado, empezó siendo utilizado en la
propaganda y en el lenguaje político de los años de la Primera y Segunda
Guerras Mundiales y posteriormente ha sido empleado en otras ciencias sociales
como la política, la lingüística, la semiótica, el psicoanálisis o la
comunicación.
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